LOS MUDRAS

La palabra Mudra tiene su origen en el sanscrito y significa sello, pero a la vez, si la separas, por un lado quiere decir alegría (mud) y ponerse en marcha o moverse (ra). La idea básicamente en moverse con alegría.

Estos movimientos son propios de la meditación, pero después de muchos estudios se descubrió que los movimientos de los dedos generaba una suave estimulación que es beneficiosa tanto para el cuerpo como para el espíritu.

Al hacer cada uno de los mudras los dedos de las manos actúan como antenas para atraer toda la energía del mundo que necesita tu cuerpo y alma para funcionar bien. Algunos de los mudras que puedes practicar son los siguientes:

El Mudra del cielo

Unes el dedo pulgar con el dedo medio, mientras que los otros los dejas extendidos. De esta parte te conectas con tu voz interna. Además ayuda a la apertura de la conciencia y a la claridad mental. En términos físicos, contribuye a curar problemas auditivos.

Mudra de la armonía

Para esta deberás unir el dedo pulgar con el dedo índice en ambas manos y estirar el resto de la mano con las palmas completamente abiertas. Sirve para desarrollar la calma y meditar. También disminuye las tensiones y las contracturas en la zona lumbar.

Mudra del vacío

Colocas juntos los dedos de ambas manos y se doblan para formar un semicírculo, como si quisieras tomar una capa de dos manos. Los pulgares, se juntan hacia arriba, sobre el abdomen a la altura del ombligo. Sirve para limpiar la mente de las ideas obsesivas.

Mudra del loto

Juntas ambas manos en la zona de la muñeca a la altura del pecho. Las abres como si fuera una mariposa, solo juntando el meñique y el pulgar de la mano derecha contra el meñique y el pulgar de la mano izquierda. Mientras realizas esta mudra que imita la forma del capullo de la flor de loto, debes respirar en cuatro tiempos. Esto elimina el desánimo y la sensación de incomprensión.

La mudra del sol

Apoyas el dedo anular sobre la base de la mano y el pulgar sobre este. Al resto de los dedos los doblas ligeramente. Esta posición estimula la circulación y elimina esas sensaciones interiores acerca del la falta de iniciativa o los vacíos internos. Esta es por excelencia la mudra para aquellas personas que tienen trastornos alimenticios, o que comen cuando se sienten vacíos en su interior