domingo, 29 de septiembre de 2013

La Sanación del Cuerpo llega a través del Alma


Caroline Myss, PH.D  (Resumen del libro Anatomia del Espiritu) 
Tarde o temprano todos los seres humanos enfermamos y el dolor reduce nuestra capacidad para el trabajo y el placer, llegando incluso a arrebatarnos la vida. Sin embargo, pocas son las personas conscientes de que la enfermedad aparece cuando malgastamos nuestra energía, permitimos que nos la roben o la encarrilamos hacia objetivos erróneos.Comprenderlo así nos abre el camino de la autocuración, un milagro posible si interpretamos las dolencias del cuerpo como lo son realmente: expresiones de un malestar espiritual que SI tiene curación. 
Todos tenemos sentimientos negativos, pero no toda actitud negativa produce enfermedad. Para crear enfermedad, las emociones negativas tienen que ser dominantes, por ejemplo, una persona puede saber que debe perdonar a alguien, pero decide que continuar enfadada le da más poder. Continuar obsesivamente enfadada la hace más propensa a desarrollar una enfermedad porque la consecuencia energética de una obsesión negativa es la impotenciaLa energía es poder, y transmitir energía al pasado pensando insistentemente en acontecimientos penosos resta poder al cuerpo y puede conducir a la enfermedad. El poder que nos da la energía es esencial para sanar y para conservar la saludLas actitudes que generan sensación de impotencia no solo conducen a una falta de estima propia, sino que también agotan la energía del cuerpo físico y debilitan la salud en general
EL PODER PERSONAL ES NECESARIO PARA LA SALUD
LA PERSONA PUEDE SANARSE SOLA- Curación total y cura no son lo mismo. Se produce una "cura" cuando la persona ha logrado controlar o detener el avance físico de una enfermedad. Curar una enfermedad física, sin embargo, no significa necesariamente que se haya aliviado también el estrés emocional y psíquico que formaba parte de ella. En este caso es muy posible, y con frecuencia probable, que la enfermedad reaparezca.


El proceso de la cura es pasivo, es decir, el paciente se inclina a ceder su autoridad al médico y al tratamiento prescrito, en lugar de desafiar activamente la enfermedad y recuperar la salud. La curación en cambio es un proceso activo e interno que implica investigar las actitudes, los recuerdos y las creencias con el deseo de liberarse de todas las pautas negativas que impiden la total recuperación emocional y espiritual.

Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a centrar más la atención en lo positivo que en lo negativo, y en vivir de una manera espiritual coherente con lo que sabemos que es la verdad

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