Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
Cambiante y descontrolada es la naturaleza de la mente. Aplícate a conocerla y dominarla y disiparás para siempre el peor de los tigres: el que mora dentro de ella misma
Nadie tenga en menos a su vecino, que Dios a cada uno da su cualidad
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