lunes, 3 de febrero de 2014

Romeo y Julieta, William Shakespeare

La pugna entre estas dos familias (Montesco y Capuleto) es un tema recurrente en cualquier lugar del mundo, no quiero decir que suceda solamente con familias (aunque también es así), eso es un ejemplo, porque también sucede entre las diferencias de clases sociales, políticas, religiosas, etc. Al parecer es algo que está presente en la naturaleza humana, el dividirnos, el separar. Incluso sucede con los intelectuales y la gente con menos capacidad de aprendizaje, la sociedad está hecha para que el más fuerte domine al más débil. Antiguamente en la época de los vikingos, era la fuerza física la que ejercía el poder; hoy no es tan así, y digo “tan así”, porque en el fondo todo es igual a antaño. Aunque estemos en un tiempo civilizado, en el mundo siguen gobernando los más fuertes y no los más inteligentes.

Otro tema fuerte es el amor de pareja, que vence todas las barreras, incluso al odio. Siempre, desde que el hombre comenzó a pensar, el amor, al igual que la guerra, ha estado presente en la humanidad. Son dos extremos, el amor y el odio, que Shakespeare trata con una visión omnisciente en su obra. Son estos polos los que llevan a la perdición del hombre si es que no se saben equilibrar.

En Romeo y Julieta precisamente la persona más sabia y ecuánime es el Fray Lorenzo, quien da los mejores consejos posibles a ambos protagonistas. Los mejores monólogos de la obra son de él. Estos temas son de una vital importancia en la obra de Shakespeare: la vida y la muerte, el pensar que hay más allá, si es un sueño eterno, si no existe nada, en fin. En shakespeare encontramos oposiciones, vemos verdades que están ahí, pero que sólo unos pocos llegan a plasmarlas con tanta exactitud como él.


“Madre de todos los seres, la tierra los sepulta a todos; la tierra, que todo lo produce, es la tumba inmensa a donde todo va a parar. Es ataúd y matriz. La vida y la muerte se confunden…”

Cuando se lee Shakespeare es imposible no verse reflejado en alguno de sus pensamientos, fuera de lo poético de su escrito, que también vale mencionar, es notable como fusiona el pensamiento del hombre en su obra. Al igual que Dostoievski juega con una polifonía, es decir, encontramos una multiplicidad de pensamientos, distintos valores, se pueden apreciar las muchas facetas del ser humano, sus problemas más íntimos.

Romeo y Julieta es capaz de mostrarnos los arribismos y las bajezas de las personas.

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