viernes, 20 de diciembre de 2013

Hasta que uno no siente el espíritu de las Navidades, no hay Navidad! Todo lo demás es mostrar hacia el exterior, muchos adornos y decoraciones, porque no es el árbol, no es la nieve, no son el resplandor de las velas… Es el calor que viene a los corazones de los hombres cuando el espíritu de la Navidad regresa de nuevo. no es un momento ni una estación, sino un estado de ánimo para valorar la paz y la buena voluntad, para ser grandes en misericordia, es tener el verdadero espíritu de la Navidad en nuestros corazones.
empecemos pues por
paz, amor, felicidad, prosperidad, fe,
éxito, esperanza, amistad, solidaridad, fuerza, dedicación,
sensibilidad, caridad, apoyo, carisma, humor, liderazgo,
risas, amor, ternura, compasión, carcajadas y emoción,
y también por qué no? quizás un poco de dolor, para que así
puedas valorar, todos los vagones por los que has de pasar…
cada uno de ellos lo disfrutarás y ahí conocerás el valor de la amistad…
¡y sé que no querrás, de mi tren jamás bajar!
Pero yo no quisiera que solo fuera en navidad,
quisiera todo un año para poderte demostrar
que el espíritu navideño si puede perdurar
solo es cuestión… de que tú quieras, a mi tren abordar…
y ser parte del sueño para convertirlo en realidad…
Quisiera esta Navidad poderte regalar todo eso y mucho más
pero lo más importante que yo quiero que tengas
es el corazón con las puertas bien abiertas,
para dejar entrar la luz de una estrella…
llamada Jesús… y que nunca, nunca te alejes de ella…
pues solo con él encontrarás la Navidad eterna

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